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Último ensayo para el príncipe Guillermo y Kate Middleton.

El príncipe Guillermo y su prometida Kate Middleton han acudido hoy a la abadía de Westminster para ensayar seguramente por última vez la ceremonia de su boda, que se celebrará el próximo viernes en ese templo, situado en el centro de Londres.

Han participado en la prueba los padres de la novia, Michael y Carole Middleton, quienes se alojarán durante los próximos tres días en el lujoso hotel Goring de Londres, de donde saldrá Kate para dirigirse a la abadía el 29 de abril. También ha estado presente su hermana, Philippa, que será la dama de honor, y su hermano James.

Por parte del novio, ha participado en el ensayo el príncipe Enrique, que será el padrino del novio. También han interpretado su papel todas las autoridades religiosas que oficiarán la ceremonia del viernes, entre ellos el arzobispo de Canterbury y primado de la Iglesia anglicana, Rowan Williams, quien casará a la pareja, y el reverendo Richard Chartres, encargado de dirigirse a la congregación.

Los novios y sus familiares han participado en ensayos anteriormente, pero ésta es la primera vez que lo hacen en la propia abadía, que está siendo decorada para la ocasión con árboles y flores especialmente seleccionados.
Parada militar.

A primera hora de la mañana, un desfile recorría las calles del centro de Londres para ensayar la parada militar que acompañará el viernes la boda real. Los militares, vestidos con sus uniformes de gala, recorrieron el Mall, cruzado el arco de la Guardia de Caballería y pasado frente a los edificios de Whitehall -sede del Gobierno-, antes de llegar a la parte sur de la plaza del Parlamento y situarse frente a la abadía de Westminster.

La abadía de Westminster amanecía hoy con sus puertas cerradas al público, a 48 horas de la boda, para instalar las cámaras de televisión, establecer una zona de seguridad y colocar los adornos florales y las sillas en las que se acomodarán los invitados. Los organizadores del evento han comenzado a instalar el espectacular decorado en el que tendrá lugar el enlace real, para el que se utilizarán más de cuatro toneladas de follaje, incluidos ocho grandes árboles -media docena de arces silvestres ingleses y dos carpes, un género de árbol emparentado con el avellano-. Anoche llegaron a la abadía, cerrada al público por los preparativos de la boda, los seis arces, de 15 años de antigüedad y media tonelada de peso cada uno de ellos, decorados con cintas púrpura.

La ornamentación, que tendrá un coste aproximado de 56.000 euros, creará el efecto de que tanto los invitados como los novios caminan a través de una frondosa “avenida natural”. El encargado de realizar los arreglos en la nave de la abadía, el florista Shane Connoly, ha señalado al diario ‘The Daily Telegraph’ que la decoración del recinto está pensada para “deslumbrar” al público de una ceremonia con una audiencia potencial cercana a los 2.000 millones de personas.

Los árboles, colocados en grandes macetas a lo largo del pasillo central de la abadía, evocarán el pueblo natal de la novia, Bucklebury, en el condado de Berkshire (sur de Inglaterra), donde la familia Middleton tiene una casa situada en una avenida de robles que conmemoran la visita de la reina Ana en el siglo XVII. Por expreso deseo de la novia, las flores que colmarán Westminster serán de especies autóctonas del Reino Unido.

Habrá Sellos de Salomón, una planta de florecillas blancas traída de Sandringham, en el condado de Norfolk, que “simboliza la confirmación del amor”; azaleas, “el símbolo chino de la feminidad” y lilas, que “representan el primer amor”. A menos de dos días para el gran momento, aumenta en Londres el ambiente nupcial.

Hoy.es

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